Sobre Marisa Valle Roso:
Marisa Valle Roso es una de las voces más singulares y comprometidas del panorama musical actual. Artista asturiana con una identidad profundamente arraigada en el folclore de su tierra, ha sabido reinterpretar éste con una mirada contemporánea que fusiona tradición y modernidad. Su música transita entre la raíz y el riesgo, entre la tonada asturiana y el pop, la electrónica y la palabra que denuncia. Su discurso artístico se sustenta en una sensibilidad crítica que da voz a lo invisible, con una clara vocación feminista, obrera y de memoria colectiva.
Autora e intérprete de su propia historia, su carrera se inició en la tonada asturiana, disciplina que marcó sus primeros discos y le valió reconocimientos como el premio a la «Mejor Canción Asturiana del Año» o el Premio de la Crítica RTPA. Su proyección nacional se afianza cuando en 2014 es invitada por Víctor Manuel a su gira «50 años es nada», compartiendo escenario con figuras como Silvia Pérez Cruz, Jorge Drexler, Joaquín Sabina o Estopa.
Con una inquietud artística constante, Marisa ha explorado diferentes géneros y sonoridades, como demuestra en el disco Consciente (2017), con colaboraciones de Rozalén y Víctor Manuel, y premiado con el Premio AMAS a la Mejor Canción Folk. En 2022 lanza Lo Fugaz, su primer trabajo íntegramente como compositora, donde la electrónica y los tintes pop se entrelazan con el folclore, ampliando su universo sonoro y poético.
En 2023 fue nominada al Premiu Camaretá al Meyor Cantar por Tonada, y en 2024 puso música al documental Dans les Asturies, les mines ont uni les hommes, una producción cultural de Arte.tv. Ese mismo año participó en el nuevo himno “Asturias” de Víctor Manuel, junto a artistas como Nacho Vegas, Leticia Baselgas y Chus Pedro, en una producción de RTPA con Paco Loco.
En 2025 presenta los primeros adelantos de su nuevo álbum: El tren de la libertad, un homenaje a la histórica protesta de 2014 contra la derogación de la Ley del Aborto; Cenicientes del Carbón, un himno pop-folk que celebra la fuerza de las mujeres asturianas durante la Huelgona del 62; Se va; La Carbonera, un sentido tributo a las mujeres que trabajaron o vivieron en torno a la minería; El Pañuelín es una reinterpretación del clásico de El Presi, que recupera la historia desde la voz femenina y fusiona folclore tradicional con sonidos contemporáneos. Le sigue la canción de cuna, Nana, con influencias del folclore asturiano, donde Marisa rinde homenaje a la historia minera de Asturias desde una mirada millenial. Su último sencillo, La Manzana, muestra la gran evolución de Marisa en cuanto a lo musical. La Manzana mezcla el Folk con la música electrónica protagonizada por unos subgraves creados para hacer saltar al oyente.
Desde la emoción, la raíz y la palabra, Marisa teje un relato artístico personal, político y poético. Una artista en constante evolución, que canta para no olvidar, para nombrar lo silenciado y para devolver al folclore su poder transformador.
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